Frecuentó los círculos de la bohemia santiaguina donde se congregaban artistas e intelectuales: el Café Miraflores, el Bar La Bahía, entre otros.
Fue amigo o simpatizó con personajes como Joaquín Edwards Bello, Luis Rivano, Ana González, Braulio Arenas, Antonio Romera, el poeta Eduardo Molina, Enrique Lafourcade, Juana Lecaros, Arturo Godoy, Isidora Aguirre, Iván Vial, Alfredo Lieux, Camilo Pérez de Arce, Carmen Hamel, Tito Mundt, Alejandro Jodorowsky, Patricio Guzmán, etc.
Sus autores favoritos eran Voltaire, Proust, Thomas Mann, Dostoievski, Gógol, Aldous Huxley, Stefan Zweig, Francisco Antonio Encina, y también Julio Verne o Simenon.
Fue un caricaturista de gran soltura, ilustrando ocasionalmente sus propios artículos con esos dibujos a pluma.
Poseía gran sentido del humor que lo trasmitió en sus novelas, cuentos, obras de teatro y crónicas que publicó en la prensa con el seudónimo de Máximo Severo.