Juan Bautista Villalpando

Pero una vez instalados en Roma surgieron serias desavenencias: el padre Prado quiso cambiar los diseños aprobados por Felipe II, a lo que se opuso Villalpando.

El primer tomo se tituló Hieronymi Pradi et Ioannis Baptistae Villalpandi e Societate Iesv in Ezechielem Explanationes et Apparatvs Vrbis, ac Templi Hierosolymitani.

La obra de Villalpando es indirectamente un sólido tratado de arquitectura, cuya enorme influencia en el Barroco, traspasó todas las fronteras y se prolongó hasta muy avanzado el siglo XIX.

Villalpando estaba convencido de que, al haber sido el templo judaico un diseño del mismo Dios, el conocimiento del edificio permitiría deducir las reglas de la arquitectura perfecta, la «revelada» por Dios.

Entonces surgió la polémica entre los puristas, como el bibliotecario del Monasterio de El Escorial, Arias Montano, dando una recreación histórica, más que la posible especulación de Ezequiel y el padre Sigüenza, que defendía las sencillas dimensiones ofrecidas por la Biblia.

Detalle de una recreación de Villalpando del Templo de Salomón , en un mapa de Jerusalén .
Planta del Templo de Salomón según Villalpando. Dibujo de J.R.Cuadra.
Alzado de la reconstrucción del Templo de Salomón , publicada en 1605.