Fue herido en las cercanías de Maguncia, siendo enviado posteriormente como capitán a Vendée.
Siguió los pasos de José I Bonaparte en España.
Guerreó durante tres años contra El Empecinado y consiguió neutralizar la actividad de las guerrillas españolas en la zona del Tajo, restableciendo así las comunicaciones entre los cuerpos del ejército francés.
En la retirada de las tropas francesas a su país, participó en la Batalla de Vitoria, por cuya derrota se lo degradó como a todos los oficiales que participaron en ella.
Murió en el antiguo X Distrito de París (actual VII) en 1828, tras sufrir un ictus.