Llegó a dominar el inglés, el francés, el alemán, el italiano y las lenguas clásicas.
Allí conoció su mujer, Geneviève Bugnion, de la que tuvo una hija, Irène Pijoan (1953-2004), que fue artista; Pijoán se casó dos veces y en Estados Unidos frecuentó la Sociedad de los Amigos y se convirtió al cuaquerismo.
Fue codirector y redactor, junto con Manuel Bartolomé Cossío, de la Summa Artis.
Pijoán impulsó la carrera en Estados Unidos del muralista mexicano José Clemente Orozco.
Publicó además poesías en lengua catalana (Lo cançoner, Vilanova y Geltrú: J. Oliva, 1905) y estudios (Mi don Francisco Giner (1906-1910), San José de Costa Rica, 1927, El meu don Juan Maragall), sobre Francisco Giner de los Ríos y sobre Joan Maragall; con este último intercambió un nutrido epistolario.