José Safont Lluch

[1]​ Pero heredó algo quizá más valioso: los contactos y amistades liberales en el Estado del padre.

Creó además la primera gran fundición metalúrgica en Madrid y era propietario de numerosos molinos en el río Tajo, en Toledo, entre otras variadísimas y sustanciosas actividades.

También se apropió de fincas excelentes en Sevilla, Gerona, Ciudad Real, Ávila, Mallorca y Segovia, aunque ya durante el Trienio Liberal (1820-1823) había conseguido muchas bajo el nombre de la Sociedad Riera, Casals y Remisa.

[3]​ Era caballero de la Real Orden de Carlos III y a su entierro acudieron, entre otros, Pascual Madoz y Bravo Murillo.

Sin descendencia directa, heredó su fortuna la hija de su hermano Manuel, Josefa Safont y Quiroga.