José María Heredia

[6]​ No se lo debe confundir con el poeta y traductor cubano José María de Heredia Girard (1842-1905), quien fue su primo-hermano.

Siendo aún pequeño se trasladó con su familia a Santo Domingo, donde transcurrió la mayor parte de su niñez.

Por este tiempo había colaborado en distintos periódicos, entre ellos El Revisor, y dirigió el semanario La Biblioteca de las Damas.

Su vida en ese país está ampliamente documentada en su correspondencia, entre otros, con Domingo del Monte, publicada por la Revista de Cuba.

En 1825 emprendió su segundo viaje a México y en la travesía escribió el Himno del desterrado.

Con gran dolor y mortal desánimo regresó a México, donde el presidente Guadalupe Victoria le ofreció asilo.

José María Heredia pasó muchos años en el exilio en Estados Unidos y México fuera de su patria.

Otro aporte literario es la capacidad poética de los parlamentos heredianos que no pudo ser sobrepasada por ningún dramaturgo hispanoamericano o español del periodo romántico.

Monumento a Heredia en las cataratas del Niágara