José María Cid realizó estudios de derecho y se convirtió en Abogado del Estado, mediante oposiciones.
Después de los comicios, ingresó en la Minoría Agraria y se erigió en dirigente destacado del Partido Provincial Agrario, pieza clave de la política zamorana durante aquellos años.
[4] Su entrada en el gobierno provocaría una crisis de conciencia a Diego Martínez Barrio,[5] hombre de inspiración republicana y liberal, quien acabaría abandonando el Partido Republicano Radical.
Su designación pudo deberse al comentado rechazo que Martínez de Velasco suscitaba en la CEDA y los monárquicos por su reiterada coincidencia con Alcalá-Zamora.
En las elecciones de 1936 revalidó su escaño por Zamora, siendo el segundo candidato más votado tras Antonio Rodríguez Cid.