José Justo Gómez de la Cortina

Sin embargo no pudo cumplir esta primera misión por haberse declarado una epidemia de peste, razón que le impidió llegar a su destino y le obligó a permanecer en Trieste.

Posteriormente fue nombrado agregado para las embajadas de España en Holanda, Austria, Inglaterra y Francia.

En su casa se relacionó con diversos escritores españoles y mantuvo correspondencia con Alexander von Humboldt, François-René de Chateaubriand y Benjamin Constant de Rebecque.

Fue nombrado teniente coronel del Regimiento de Comercio, puesto destinado a mantener el orden público.

Escribió un folleto llamado Cartilla social sobre los derechos y obligaciones del hombre en la sociedad civil, regalando mil ejemplares al presidente Manuel Gómez Pedraza, la tirada se agotó y el folleto llegó a editarse ocho veces más.

[2]​ No obstante, poco después, el propio Santa Anna le pidió que regresara junto con otros desterrados.

Fue elegido miembro honorario de la Real Academia Española.