Con esta unión se pudo conservar el título nobiliario dentro de la varonía y sin perder el apellido.
[1] En 1823 mandó construir en Salarzón la casa-palacio en el mismo lugar donde estuvo la casa de sus padres llamada La Caseta.
En un muro del palacio puede verse un escudo en piedra que lleva las armas del primer conde de la Cortina, Servando, que quedaron vinculadas al segundo conde Vicente Hermenegildo.
Debajo del escudo hay una inscripción que dice «Año de 1823.
[5] También mandó construir la iglesia parroquial de san Juan Bautista con una capilla funeraria destinada a su familia y la casa rectoral.
[9] Del resto de la hacienda sólo se conservan algunas casas viejas y deshabitadas, la iglesia que es obra tardía del románico y la torre desmochada que en algún momento sirvió como granero.