Teólogo, canonista y predicador afamado en Lima, llegó a ser obispo del Cuzco.
A temprana edad pasó a Lima, donde estudió en el Colegio de San Ildefonso, recibiendo las sagradas órdenes y optando grado de maestro en 1790.
Por entonces el Ejército Libertador, dirigido por el general José de San Martín, había arribado al Perú, y parte de sus fuerzas, al mando del general Juan Antonio Álvarez de Arenales, se adentraron en la sierra para alentar el patriotismo lugareño.
[1] Durante ese tiempo, siguiendo el principio del respeto a la autoridad establecida, se mantuvo leal al gobierno virreinal, cuya sede se había instalado precisamente en el Cuzco.
[6] Este quedaría vacante hasta 1838, cuando fue nombrado obispo Eugenio Mendoza Jara.