José Alemany y Bolufer

Tuvo como opositores a Ángel Ganivet (1865-1898) y Miguel de Unamuno (1864-1936); ambos jóvenes se habían hecho amigos mientras pasaron todo el invierno estudiando griego para acceder a esas cátedras.

Al comenzar la oposición se suscitó una anécdota curiosa: Alemany venía vestido de soldado, ya que en ese tiempo estaba haciendo el servicio militar y no tenía ropa mejor.

También ejerció los cargos de vocal adicto a la Junta Administrativa y censor.

Tenía conocimiento de varias lenguas indoeuropeas, germánicas, uralo-altaicas, semíticas, africanas y amerindias (escribió una Gramática del aymara).

Como anécdota curiosa, los poetas Rafael Alberti y Pablo Neruda relatan en sus respectivas memorias que cuando eran jóvenes iban a orinar al jardín de Alemany, que —como secretario de la Academia— vivía en un chalet cercano a la Real Academia Española.

Póstumamente, en 1941, su hijo Bernardo Alemany Selfa revisó y publicó su Gramática de la lengua griega.

A pesar de sus profundos conocimientos lexicográficos, llegó a sostener posturas separatistas en relación con el valenciano con respecto del catalán, recriminando al Padre Fullana que no declarara la independencia del valenciano «de la manera expresa y contundente que el caso requiere para que todos se enteren».

[9]​ Con respecto a estos temas, el filólogo Manuel Sanchis Guarner recrimina en su La llengua dels valencians el que Alemany, a pesar de haber dedicado toda su vida al estudio de numerosas lenguas de Europa, Asia y América, jamás hubiera dedicado ninguna atención a la lengua propia.

[9]​ No obstante, cabe remarcar que durante toda su vida se comunicó con su mujer utilizando la lengua valenciana.

Placa en el lugar donde nació