José Agustín Álvarez Rixo (1796-1883) fue un destacado cronista y polígrafo español de origen portuense y alcalde del Puerto de la Cruz en Tenerife.
[5] Aunque no era pintor, sus numerosas pinturas y sencillos dibujos poseen un gran peso visual y de contenido, y se convierten en un complemento perfecto a sus manuscritos, pues ofrecen un sinfín de testimonios gráficos de todo aquello que podía tener interés.
Además de reproducir paisajes naturales, vistas urbanas y elementos arquitectónicos, interiores de estancias, imágenes sagradas y objetos para el culto, mapas, planos, etc., también hizo uso del retrato y de la miniatura para representar a algunos personajes destacados del momento.
[1][3] La polifacética personalidad y la curiosidad inagotable de Álvarez Rixo -que lo definen como historiador, cronista, dibujante, filólogo, dramaturgo,[6] novelista y político comprometido- se manifiestan en la diversidad de sus obras de creación de las que se destacan algunas a continuación, clasificadas por materias: Su interés multidisciplinar y sus indagaciones le permitieron dejar numerosos escritos sobre cualquier tema relacionado con el desarrollo del progreso y la cultura en Canarias como: La Langosta, Seda, La cochinilla, La barrilla, Pesca en África, Azufre, Principios de Náutica, Comercio del siglo 18, Las romerías, Euphorbio canariense para curar cánceres, Disertación sobre el drago, etc.[7] La mayor parte de las obras de Álvarez Rixo están acompañadas de dibujos[9] a lápiz o tinta, coloreados a la acuarela o grisallas.
[10] También se incluyen en el legado un cuadro representando a Manuel Álvarez Pereira, una miniatura en marfil, un retrato al óleo y un grabado del pintor Luis de la Cruz y Ríos.