[11] Según el historiador Cyrille Toumanoff, el rey se inspiró en el sistema bizantino para delegar su poder a sus hijos y les confió la gestión cotidiana del reino, pero esta explicación es negada por el cronista Vajushti de Kartli, quien cuestionó esta asociación en el siglo XVIII.
[11] La influyente nobleza alentaba la división dentro de la familia real; sus hijos se volvieron más independientes y rehusaron obedecer sus órdenes.
[17] Demetrio III y Jorge VIII, no obstante, siguieron como administradores de ciertas regiones del reino, pero las fuentes continúan siendo inciertas sobre sus títulos; Cyrille Toumanoff y Donald Rayfield conjeturan que todavía eran llamados reyes, pero las Crónicas georgianas solamente los mencionan como «príncipes» (en georgiano: მთავარი, mtavari).
[16][17] Por otra parte, según Vajushti de Kartli, no fue hasta 1445 que el rey nombró cogobernante a Jorge VIII.
Así, en 1451, Jorge Esfrantzes, diplomático bizantino, llegó a la corte georgiana en busca de una esposa para el emperador Constantino XI Paleólogo.
[26] Debido a este acuerdo, los otomanos, que ya habían iniciado preparativos para cercar Constantinopla, deseaban eliminar los posibles aliados del Imperio bizantino antes de emprender su asedio.
[27] En 1451, organizaron una rápida pero devastadora incursión en las costas de Abjasia contra la cual los georgianos no tomaron represalias.
[22][28] Aghbugha II se refugió en Tiflis, capital del reino, y continuó siendo reconocido como señor de su provincia hasta su muerte en 1451.
[28] En respuesta, el catolicós excomulgó a los sacerdotes que reconocieron esta autocefalía y organizó un boicot en las iglesias locales para los georgianos de Samtsje.
[28] El hijo de su fallecido hermano, Constantino Bagrationi, estuvo bajo la protección del rey, quien lo educó en las artes militares.
[32] Su coronación en la capital religiosa de Mtsjeta, fue celebrada por su hermano y todos los obispos georgianos asistieron a la ceremonia.
[34] El territorio se salvó cuando el gobernador local ofreció someterse y lo ayudó en sus correrías contra el resto del reino.
[22] El rey vio entonces una oportunidad para reaccionar contra el mundo musulmán y convertirse en el centro de una posible cruzada.
[22] En 1452, el papa Nicolás V se embarcó en un proyecto para reconquistar Constantinopla, pero su muerte en abril de 1455 puso fin a sus planes.
[35] En 1456, Ludovico da Bologna, nuncio apostólico del nuevo papa Calixto III, llegó a Georgia para presentar un informe completo sobre el reino y la Iglesia ortodoxa georgiana a Roma; destacó la piedad de sus habitantes, pero también la grave situación causada por los conflictos civiles de la región.
[42] En las comunicaciones entre Georgia y Europa, el rey también prometió una fuerza militar de treberos para participar en una nueva cruzada.
[45] Los turcos lograron avanzar por Rioni y las montañas de Ciscaucasia, lo que indicaba un probable ataque sobre Kutaisi.
[53] Juntos, los rebeldes capturaron muchas fortalezas en Imericia en 1462, tras lo cual Jorge VIII abolió el Ducado de Samokalako y decidió intervenir.
[55] Jorge VIII y Bagrat se enfrentaron en la batalla de Chijori durante la cual los rebeldes infligieron una derrota decisiva a las fuerzas del gobierno central.
[53] El rey se retiró hacia Kartli y castigó severamente a la nobleza que no consideraba lo suficientemente leal.
[53] Pronto acuñó sus propias monedas en Ajaltsije y fue nombrado «rey» (en georgiano: მეფე, mephe) en sus decretos, antes de declarar la guerra a Jorge VIII.
[37][39][53] Esta alianza se volvió contra de Qvarqvare II cuando la Oveja Blanca arrasó y saqueó Samtsje durante su ataque.
[58] Tras esta derrota, el rey decidió vengarse y aprovechó una visita del atabeg en Imericia, durante la cual reconoció la corona de Bagrat, para invadir sus dominios.
[59] El ejército georgiano se precipitó hacia el enemigo, pero fueron derrotados por los invasores, como resultado de lo cual los turcomanos devastaron Georgia Oriental.
[nota 5] Qvarqvare II temía el creciente poder del nuevo monarca georgiano, a pesar de haber apoyado su ascenso.
[67] Mientras Kajetia continuo reconociendo la supremacía de la Iglesia ortodoxa georgiana, la reforma convirtió a la provincia en una región autónoma dentro del Catolicosado.
[67] Estas reformas lograron preservar la paz y la estabilidad dentro del reino durante décadas, eliminando el gran problema de la nobleza rebelde que Kartli e Imericia debieron afrontar hasta el siglo XVIII.
[76] Otros historiadores modernos, sin embargo, no siguen esta explicación y asumen que tuvo dos matrimonios, según la tradición de las Crónicas georgianas.
[11] La conquista del Imperio bizantino en 1453, seguida por la de Trebisonda en 1461, abrió las puertas a un nuevo enemigo para Georgia, los turcos otomanos, lo que representó una amenaza no solo militar,[nota 10] sino también comercial.
[86] Las Crónicas georgianas —la principal fuente sobre la vida de sus monarcas medievales— son en gran parte confusas en lo que respecta a este gobernante, ya sea su reinado, su familia o su cronología.