Asistió a seminarios teológicos en Orleans, donde estudió griego, latín, hebreo y árabe.
Finalmente, «tras cuatro años de incesante esfuerzo —como apunta su hijo Laurent—, se rindió de repente» y quemó todo aquel material que tanto le había costado elaborar.
Sin embargo, los libros, profesores y documentos al respecto eran escasos.
Su gran obra, Histoire de la Géorgie, mantuvo su autoridad durante varios años.
Dedicó el periodo comprendido entre 1861 y 1868 a una serie de publicaciones sobre historiadores armenios.