Joaquina López Laffite

Carlos, el mayor, era natural de Las Palmas de Gran Canaria; le seguía María, que había nacido en Lugo; Lola, en La Coruña y Joaquina, que nació en Trubia.

Fue responsable del club juvenil Ramiro Cable perteneciente a las JSU.

Ella y Joaquina se afiliaron juntas a las JSU en agosto de 1936.

[1]​ Carmen Arrojo la recordaba en sus memorias como "simpática, inteligente y luchadora".

[2]​ Ante el miedo a las represalias, al acabar la guerra, quemaron toda la propaganda que guardaban para intentar borrar cualquier rastro sobre su militancia política.

Cuando se recibió en la cárcel, el testimonio de sentencia, en septiembre de 1939, ya había sido fusilada; una copia del mismo fue incorporada al expediente conservado en Ventas.