Jesús y sus hermanos recibieron escasa educación, debido a las condiciones económicas de la familia.
Rabí se levantó en armas contra las autoridades coloniales españolas en la región de Las Tunas, quedando subordinado bajo las órdenes del General Donato Mármol.
A pesar de los esfuerzos, las fuerzas cubanas no pudieron impedir la captura del general.
Este hecho indignó enormemente a muchos oficiales cubanos, especialmente orientales y villareños.
Sin embargo, los patriotas cubanos no se conformaron con la paz sin independencia, por lo que siguieron conspirando y, en agosto de 1879, estalló la segunda guerra por la independencia de Cuba, la cual llegaría a ser conocida como la Guerra Chiquita (1879-1880), pues no logró tomar la suficiente fuerza y organización.
Tras el fin ominoso de esta segunda guerra, los patriotas cubanos continuaron conspirando y Rabí siguió vinculado a dichas conjuras.
Muestra de esto fue su activa participación en la fallida conspiración que llegó a ser conocida como Paz del Manganeso.
[2] Posteriormente, Rabí se vinculó al Partido Revolucionario Cubano, encabezado por José Martí, el cual unificó a todas las personas que deseaban la independencia de Cuba y Puerto Rico.
Esto lo hizo para ganar tiempo, mientras llegaban a Cuba los jefes cubanos principales, que se encontraban en el exilio.