Faría de pequeño fue un niño enfermizo y raquítico, por lo que no pudo realizar trabajos rudos en el campo, que junto al trabajo de sus hermanos mayores, permitieran el sustento familiar; sin embargo con el devenir del tiempo se hizo necesario acelerar su desarrollo, por lo que a los 14 años comenzó a trabajar en los campos petroleros venezolanos.
[1] Su primer trabajo ya como obrero industrial, fue con la British Oil Field, la cual estaba recién llegada a Venezuela en 1924.
Consigue trabajo en la compañía Lago Petroleum Corporation (LPC), allí ganaría seis bolívares como obrero de mantenimiento en La Salina, allí se separó un poco de su hermano Valmore y se fue a vivir con otros parientes.
Los obreros reclamaban porque se les obligaba a trabajar doce horas diarias, sin feriados ni vacaciones remuneradas.
Fue despedido, pero a las pocas semanas fue llamado nuevamente por la empresa para ocupar el mismo puesto de trabajo.
[1] Entre 1931 y 1934 realiza su trabajo sindical afiliado a la Sociedad Obreros del Bien, la cual se constituyó entre esas fechas.
Valmore Rodríguez dirigente obrero petrolero fue quien lo asesoró para que asumiera la dirección de este sindicato.
En esa época estaba prohibido ser comunista, era un delito constitucional penado con 20 años de cárcel.
Sus formación ideológica estuvo a cargo de Manuel Taborda, Max García, Domingo Mariani y Rafael Contreras, los cuales llegaron al Zulia junto con Rodolfo Quintero, Jesús Correa, Juan Bautista Fuenmayor, Isidro Valles, María Teresa Contreras, Olga Luzardo, entre otros, para formar y preparar a los trabajadores petroleros en el marxismo-leninismo.
Asimismo se entabló una discusión en la izquierda en torno a si era preferible permitir que se instalaran las cámaras legislativas nombradas por Gómez durante el primer año del nuevo período constitucional, o combatir por su disolución, rompiendo de esta manera el “hilo constitucional”.
En esta política, hubo dirigentes como Rómulo Betancourt que impusieron la tesis de aceptar a los congresistas del dictador “con un pañuelo en la nariz”.
El gobierno introdujo al Congreso Nacional un proyecto de ley que vendría a liquidar las libertades conquistadas.
[1][3] Posterior a la huelga, el gobierno desencadenó una persecución contra los dirigentes sindicales y políticos.
[1][3] En 1937 organizó y fundó junto con Rafael Contreras y Ervigio Mindiola, otros militantes del PCV las primeras células del partido comunista en Cabimas, de igual manera queda conformado el Comité Local de Cabimas.
Jesús Faría resultó elegido como secretario político de su célula, y miembro del Comité Local.
El gobernador del distrito Maracaibo le dijo que lo expulsarían para Colombia, con la condición de que no me reuniera más con comunistas, Jesús Faría le profirió insultos y se regresó al calabozo.
Meses después lo llevaron ante el presidente del estado, Serrano, le informó que sería confinado a Maracaibo en estado por cárcel, con la amenaza de que si volvía por los campos petroleros, lo encerraría de nuevo en un calabozo.
En el Comité Regional del PVC le dieron instrucciones, esa noche viajaría para La Ceiba, puerto de Trujillo, debía irse en bus, luego tomar el tren hasta Motatán y de allí abordar un autobús que lo llevara a Caracas.
Era junio de 1938, y una vez en Caracas se puso en contacto con su camarada Jorge Saldivia Gil secretario general provisional del PCV, el cual hizo los trámites para darle el pasaje y pudiera regresar al Zulia en forma clandestina.
Esto ocurrió particularmente en los campos petroleros, por lo que de nuevo Faría empezó a ser asechado por los medios represivos del estado.
Durante este conflicto no mencionó jamás su nombre, y realizó discusiones legales con abogados que utilizaron trampas para tratar de perjudicar a los vecinos.
Los obreros dirigidos por Faría empezaron a reclamar ante las autoridades y ante la empresa Gulf Oil Corporation, responsable del hecho, la cual se negaba a cerrar la válvula del oleoducto roto para no paralizar toda la producción.
[1][4] En 1940 asistió como delegado a una conferencia del Partido Comunista en Bucaramanga, luego fue invitado a la misma ciudad como invitado para el Congreso Nacional de los Sindicatos Petroleros, del cual saldría la Central Sindical Petrolera de Colombia.
[1] En 1943, surge la organización del I Congreso de Trabajadores Petroleros, y en este congreso fueron ratificados en la directiva de la USPV: Jesús Farías, Luis Tovar, Vicente Gamboa, Manuel Taborda y Luis Beltrán Hernández.
Así pues, las autoridades procedieron a clausurar el Congreso atendiendo la denuncia hecha por AD, ilegalizando tres centrales sindicales y más de noventa poderosos sindicatos, en cuyas directivas predominaban los comunistas.
Al día siguiente, por la tarde, fueron llevados esposados a una asamblea preparada por oficialistas llegados desde Caracas, donde serían juzgados públicamente en una tribuna.
Fue recluido en el Cuartel San Carlos, en un sector para castigados llamado “Cueva de Humo”.
[1] Durante el año 68 surgen nuevamente diferencias dentro del PCV, de nuevo surge el fraccionalismo por parte del grupo de Eduardo Machado, Teodoro Petkoff, Héctor Rodríguez Bauza, Germán Lairet, Freddy Muñoz, Pompeyo Márquez y Eloy Torres.
Jesús Faría seguía haciéndoles frente junto con Gustavo Machado, Alonso Ojeda Olaechea, Eduardo Gallegos Mancera, “Cheché” Cortés, Pedro Ortega Díaz, y Radamés Larrazábal.
En ese momento es electo presidente del PCV, cargo que estaba vacante desde 1983 cuando murió Gustavo Machado.