En 1937 ingresa al entonces clandestino Partido Comunista de Venezuela (PCV) junto a otro connotado dirigente, el médico Eduardo Gallegos Mancera.
Fue miembro del comité central del PCV por varias décadas, a partir de su I Congreso, llamado Unidad, celebrado en noviembre de 1946, junto con Marín J. Ramírez, Miguel Otero Silva, Carmen Clemente Travieso, Francisco J. Arrieti, Eloy Torres, Andrés Guevara, Federico Rondón, José Rafael Marrero, Saturnino Rojas, Virgilio Oropeza, entre otros.
En 1959 fue elegido diputado al Congreso Nacional, cargo que desempeñó hasta la ilegalidad del PCV decretada por el gobierno de Acción Democrática (AD).
Significativo es señalar que el primer habeas corpus logrado en Venezuela se debió al trabajo realizado por Pedro a favor del dirigente obrero Manuel Taborda.
Pedro Ortega Díaz, noble ser humano, abogado de la causa obrera, hombre inmenso de escasos cincuenta kilos, más hueso que carne, con un cerebro bien puesto y un enorme corazón solidario, que dedicó su vida a abogar en la calle, en los sindicatos, en los libros, en los tribunales, en el Congreso, en la cátedra, en todas partes, por los obreros de Venezuela y el mundo.
El Parlamento estableció homenajear su trayectoria, como un hombre estudioso que representó al PCV en diferentes congresos nacionales e internacionales; luchando por la unidad latinoamericana y promoviendo el ideario del padre de la Patria Simón Bolívar.
[6] Incluso organizaciones como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se pronunció por su trayectoria y su muerte.