Jean-Baptiste Say

Tenía tres hermanos, Denis (1768-1769), Jean-Honoré, llamado Horacio (1771-1799) y Louis (1774-1840), creador de una azucarera que ha perdurado más de dos siglos y que se convirtió en 1973 en la empresa Beghin-Say.

Entra a trabajar como mensajero en una empresa de comercio, lo que le permite trasladarse a Inglaterra durante dos años,[4]​ en los que aprende el idioma y se convierte en un espectador privilegiado del auge de la Revolución Industrial.

Su actividad como escritor teatral durará hasta 1795, cuando escribirá la ópera cómica Les Deux Perdrix.

La muerte de su patrón (otra vez) y el advenimiento del Terror, inician una nueva etapa para Say, esta vez como colaborador de una publicación de aspiraciones enciclopédicas: La Décade philosophique, littéraire et politique, donde conoce a Chamfort, a Pierre-Louis Ginguené y a François Andrieux.

La negativa impidió a Say publicar una segunda edición del Tratado, y fue despedido del Tribunado en 1804 después de pasar cuatro años al frente de la Sección Financiera.

El negocio está creciendo rápidamente y en 1810, con los nuevos edificios, la fábrica ocupa unos 400 trabajadores;[1]​ procesando 100 kilos de algodón diarios.

En el mismo año, el gobierno francés le envió a estudiar la situación económica del Reino Unido.

[5]​ Sin embargo, como revela el académico francés Adrien Jean-Guy PASSANT, Jean-Baptiste Say no es el fundador de esta escuela de negocios, contrariamente a una idea a veces extendida.

Perdió a su esposa en enero de 1830; y desde ese momento su salud empeoró constantemente.

La célebre Ley de los Mercados (loi des débouchés), que formuló como que: "los productos, en última instancia se intercambian por otros productos" (Catéchisme d'économie politique) es su contribución más famosa.

Thomas Malthus y Sismondi, luego reivindicados por Keynes, rechazaron la ley argumentando la posibilidad de atesoramiento, que podría conducir al subconsumo.

Say y otros clásicos respondieron aseverando que el atesoramiento era un fenómeno de importancia marginal.

Say, además de tomar una postura mucho más optimista, considera que estas teorías no tienen carácter científico, y que su rigor lógico se ve contrapesado por su dependencia de una cadena de supuestos poco realistas o muy discutibles (como el valor trabajo), así como porque la evidencia empírica no jugaba a su favor.

Mapa de Croydon , dibujado por Say a los 18 años en 1785.
Jean-Baptiste Say
Cartas a M. Malthus , 1820