Fue un marinero y capitán de navíos, y viajó por todo el mundo observando la forma de volar del albatros.
Analizó la manera que tenían las aves de volar, y llegó a identificar la aerodinámica del despegue que tenían estas.
Arrastrado por un caballo, Le Bris logró efectuar su primer vuelo en la playa de Sainte-Anne-la-Palud, en Finisterre, llegando a alcanzar una altura de 100 metros y recorrer una distancia de 200 metros.
Su máquina fue la primera en ser fotografiada por el fotógrafo Félix Nadar en ese mismo año.
En el Reino Unido, John Stringfellow construyó algunos planeadores en 1848, pero ninguno era tripulado por personas.