Tuvieron ocho hijos, pero solo tres llegaron a la adultez: Otto, Gustav y Marie.
Los hermanos trabajaron juntos toda la vida en proyectos técnicos, sociales y culturales.
En 1867 comenzó experimentos más serios sobre la fuerza del aire, interrumpidos por su servicio en la guerra franco-prusiana.
Este invento le dio la libertad económica para dejar su trabajo y centrarse en la aviación.
Lilienthal sufrió un gran número de colisiones en sus experimentos, por más que su planeador sólo podía alcanzar velocidades y altitudes bajas.
Su mecánico lo recogió y lo llevó en coche de caballos hasta Stölln, donde lo examinó un médico.
El narrador de la novela Zavist,[1] del escritor ruso Yuri Olesha (1899-1960), recordaba así a Lilienthal: