Se dedicó al estudio de la locomoción aérea desde una perspectiva científica.
En 1796 repitió los experimentos de Launoy y Bienvenu, con un pequeño helicóptero.
En 1799, sir George Cayley había hecho uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la aviación al entender que el aire que fluye por encima de una ala fija y curvada crea la «sustentación», una fuerza hacia arriba que hace que el ala se eleve.
En 1816 estudió la posible utilización del dirigible para viajes aéreos de largo alcance previendo la construcción de dirigibles rígidos.
Diseñó numerosos modelos de planeadores y realizó ensayos con ellos.