Jean-Jacques Pauvert

A los quince años decide abandonar la escuela, no era buen estudiante, y su padre le consigue un trabajo como ayudante en una de las librerías del mítico Gaston Gallimard en el bulevar Raspail de la Rive Gauche en París.

Gracias a que su tío materno era el poeta André Salmon empezó a entrar en el círculo de importantes escritores que trabajaban para Gallinard como Jean Paulhan, Marcel Aymé o Albert Camus y pronto se convirtió en amigo de ellos así como de numerosos libreros y editores tanto a nivel nacional como internacional.

En este círculo también se movían editores que publicaban obras clandestinas, como el editor judío Simon Kra, y gracias a ellos empezó a introducirse e interesarse especialmente por la literatura erótica.

La lectura de esta obra del Marqués lo sorprendió tanto que rápidamente se obsesionó con la obra de Sade al que consideraba obsceno y vulgarmente indecente pero a la vez necesario gracias a su calidad extrema a nivel erótico y pornográfico.

Esta obra es esencial en la literatura al ser la primera que aborda poéticamente el tema del sadomasoquismo y la sumisión sexual.