Es venerado en la Iglesia católica, habiendo sido declarado Siervo de Dios por el papa Francisco.
En el año 2000 fue nombrado párroco in solidum de la parroquia de Saint-Étienne-du-Rouvray, en 2005, al cumplir los 75 años, pasó a ser vicario parroquial, colaborando con el párroco Auguste Moanda Phati en las labores pastorales, puesto que, aunque los sacerdotes pueden retirarse al cumplir 75 años, él prefirió seguir ofreciendo su servicio a la comunidad porque todavía se sentía con fuerzas.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo que el papa Francisco se encontraba al tanto de los acontecimientos y que sentía dolor y horror ante la «violencia horrible que ha ocurrido en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios».
[2] En septiembre de 2016 la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre anunció que en honor a la muerte del sacerdote Hamel ofrecería 1000 becas a seminaristas de todo el mundo para que pudiesen concluir sus estudios.
[3] Así mismo, el breviario que pertenecía al religioso se conserva en la Basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina como una reliquia, pues según el papa Francisco el padre Hamel puede ser considerado ya un mártir a quien pedir intercesión, aun cuando, haya que esperar cinco años para iniciar su proceso de beatificación.