Ayuda a la Iglesia Necesitada

En aquella época, el premonstratense Werenfried van Straaten organizó la ayuda que partiría de Bélgica y los Países Bajos para sus vecinos alemanes.

En poco tiempo consiguieron llenar varios camiones con lonchas de tocino para ayudar a los alemanes.

Otra de las acciones fue ayudar a los sacerdotes católicos que habían quedado detrás del muro.

Para ello les facilitaba unas mochilas con todo lo necesario para realizar su labor pastoral y evangelizadora, gracias a los escolares flamencos que los apadrinaban.

Tiempo después llegaron los coches-capilla, vehículos donde los sacerdotes daban misa y atendían a los parroquianos.

En 2011, el papa Benedicto XVI la elevó al rango de Fundación y aprobó sus estatutos.