En marzo de 1778 el capitán James Cook fue el primer europeo en tomar tierra en la isla Bligh, denominando al estrecho como King George's Sound.
El español Ignacio de Arteaga visitó la zona con el Princesa en 1779, llegando a una amplia bahía que denominó Puerto Bucarelli.
En esos tiempos el comercio entre Asia y América del Norte era un monopolio español, con limitadas licencias reconocidas a los portugueses.
El comerciante británico John Meares, quien había recorrido la zona en 1785 y 1786, usando barcos con bandera portuguesa y tripulación británica, estableció un puesto comercial en el estrecho de Nutca en 1788, esperando obtener grandes ganancias en el comercio con China.
Al llegar a la isla de Nutca halló allí a dos barcos estadounidenses, el Columbia y la Lady Washington, cuyos capitanes adujeron que recalaron allí por las malas condiciones climáticas, por lo que Martínez los dejó partir.
Poco después llegaron a la isla dos barcos británicos, la balandra Princesa Real, al mando de Thomas Hudson y la goleta Northwest America.