La erupción eliminó —al menos temporalmente— toda la flora y fauna terrestre de la isla, al igual que había sucedido en Krakatoa en 1883.
Se aposentó sólo al norte del cráter Herrera, donde la ceniza que cubre ya comenzó a erosionarse.
Sólo 10 taxones de plantas han sido registrados en San Benedicto, que contiene principalmente hierbas, ocasionalmente con subarbustos y vids.
Pareciera que no todo se extinguió debido a la erupción de 1952.
La flora de las Revillagigedo contiene varios endemismos compartidos con la Isla Clarión: Bulbostylis nesiotica, Cyperus duripes y Perityle socorrosensis.
Otras plantas en San Benedicto son Aristolochia islandica, Cenchrus myosuroides, Eragrostis diversiflora, Erigeron crenatus, Ipomoea pes-caprae, ssp brasiliensis, Morning Glory Playa y Teucrium townsendii.
En el borde noreste de la Isla es un lugar donde varias aves marinas del Pacífico tropical oriental llegan para reproducirse.
Migrantes aves limícolas, como el zarapito trinador y el playero de Alaska, ya descansan San Benedicto en breves escalas con más regularidad.
La Isla San Benedicto es un popular destino de buceo submarino conocido por los encuentros con delfines, tiburones, manta rayas gigantes y otras especies pelágicas.
[2] Dado que no hay aeropuertos públicos, los buzos vienen a bordo yates y/o embarcaciones de Cabo San Lucas, Baja California Sur o Manzanillo, Colima.