A comienzos del siglo XXI este pueblo habría sido prácticamente extinguido por los efectos de la colonización.
Desde mediados del siglo XX esos canales son recorridos con seguridad por grandes naves de todas las naciones, gracias a los numerosos reconocimientos y trabajos hidrográficos efectuados en esas peligrosas costas.
Por más de 6.000 años estos canales y sus costas han sido recorridas por los kawésqar, indígenas, nómades canoeros.
Existen alturas bastante notables que sirven para reconocer la entrada a los diferentes senos, canales o bahías.
Estas están claramente indicadas en las respectivas cartas y derroteros de la región.
[3] La región es afectada continuamente por vientos del oeste y por el paso frecuente de sistemas frontales.
Por el lado oeste se encuentra el gran seno Waldemar y en su costa sur se encuentra el seno Heinrichs, que puede ofrecer fondeadero al interior de su angosta entrada.