Isabel de Francia (1292-1358)

Además, fue hermana de los reyes Luis X, Felipe V y Carlos IV.

Isabel poseía el mismo pelo rubio y grueso además de los mismos ojos grandes, imperturbables y azules pálidos que su padre Felipe IV, que por aquel entonces tenía fama de ser el hombre más hermoso en Europa.

Pese a todo, la pareja pudo engendrar cuatro hijos (se sabe que la reina sufrió, por lo menos, un aborto).

Con los años, el rey se inclinaba cada vez más hacia sus favoritos, los Le Despenser (padre e hijo) y Piers Gaveston, relegando a la reina.

Isabel y Roger Mortimer abandonaron la corte francesa en el verano de 1326.

Henao les dio la ayuda armada que necesitaban, a cambio del compromiso matrimonial de su hija, Felipa, con el futuro rey Eduardo III.

Eduardo II ofreció recompensa por las cabezas de ambos, pero ya todo estaba perdido para él.

[3]​ Pero el nuevo monarca no le perdonó a Mortimer haberse hecho amante de su madre.

Mortimer capturado por el rey. James William Edmund Doyle (1864).