Isabela de Anjou

En 1270, Isabela fue comprometida en matrimonio con el príncipe húngaro Ladislao.Luego de que su esposo fuese coronado rey en 1272 como Ladislao IV, éste se alejó de Isabela y entre 1286 y 1287 la mantuvo encerrada en un claustro ubicado en la Isla de los Conejos.Solo con la intermediación del arzobispo Ladomero se le permitió ir a la ciudad de Esztergom.Tras la muerte de su esposo en 1290, Isabela permaneció en Esztergom y solo en el año 1300 abandonó el reino húngaro, cuando su sobrino, el príncipe Carlos Roberto de Anjou-Sicilia, se enfrentó al nuevo rey Andrés III de Hungría, manifestando sus pretensiones sobre el trono húngaro.Isabela regresó a Nápoles y profesó como religiosa en el convento dominico de San Pietro.
Escudo de armas de los Anjou-Sicilia