Heredó estos dominios de su padre, el rey Alfonso II de Aragón, a su muerte en 1196.
Pedro II tuvo que mediar y logró las paces en Aigues Mortes en 1203.
Al año siguiente el rey de Aragón partió a Roma para declararse vasallo de la Santa Sede y mientras, volvieron a surgir los conflictos entre Guillermo IV de Forcalquier y Alfonso II de Provenza, a tal punto este fue hecho prisionero por el de Forcalquier, y de nuevo tuvo que acudir en su ayuda el rey Pedro el Católico, quien en 1205 atacó al conde Guillermo y rescató a su hermano Alfonso.
Murió en 1209 en Palermo cuando acompañaba a su hermana mayor Constanza, que acababa de enviudar del rey de Hungría Emerico, e iba a casarse con el rey de Sicilia (y poco después emperador del Sacro Imperio Romano Germánico) Federico II Hohenstaufen.
Con Gersenda (que más tarde sería condesa de Forcalquier), tuvo un hijo, Ramón Berenguer V de Provenza, y una hija llamada también Gersenda.