El principal objetivo irrendentista español ha estado enfocado únicamente en la colonia británica de Gibraltar, que es considerado territorio irredento.
También se encuadró dentro del irredentismo español, la creación de un «bloque hispano», junto a las naciones de Hispanoamérica, antiguos territorios del Imperio Español, para frenar la influencia anglosajona en el mundo.
Su posición estratégica y lo complicado de su orografía hacían a este bastión un lugar clave.
Esta zona neutral sería violada en diversas ocasiones durante los siglos XIX y XX.
Estas sucesivas vulneraciones de la frontera han sido duramente criticadas por España ya que considera que son ilegales desde el punto de vista del derecho internacional.
El gobierno de Franco rechazó entonces la propuesta dado que prefería mantener la no beligerancia.
Entre estos intelectuales se hallaban Fermín Yzurdiaga, Ernesto Giménez Caballero, José María de Areilza, Fernando María Castiella, Pedro Laín Entralgo, Antonio Tovar o Santiago Montero Díaz, en cuyo programa reivindicativo se hallaba el Rosellón y la Cerdaña.