Surge en la década del 1970 gracias a las investigaciones de los científicos Wilson y Kent,[1] sin embargo, ha sufrido modificaciones en su estructura química y composición a través de los años.
Antiguamente este cemento era denominado cemento de polialquenoato de vidrio,[2] pero es su nombre actual el que ha sido ampliamente difundido y además tiene estrecha relación con su composición.
[3] En la preparación manual realizada por el profesional se debe tener en cuenta dosificar el líquido y el polvo en un bloque de papel encerado, evitando la sobre exposición de estos a la intemperie, ya que la pérdida o ganancia de humedad afecta a la proporción adecuada indicada por el fabricante.
Es conveniente homogeneizar el polvo agitando el frasco, y también cuidar que no se incorporen burbujas a la gota de líquido dispensada, para ello el gotero se coloca perpendicular al bloque de papel, permitiendo la libre caída de la o las gotas.
El profesional a cargo de manipular el material debe seguir adecuadamente las indicaciones del fabricante del producto, ya que al existir distintas marcas, presentaciones y composiciones, no todas las formas de preparación serán iguales.