Ortodoncia

[4]​ El afán por corregir los dientes apretados, irregulares o salientes es muy antiguo, pues hay constancia de que ya en el siglo VIII a. C. se intentaba solucionar tales anomalías.Entre los hallazgos etnográficos del mundo griego y etrusco figuran aparatos ortodónticos de magnífico diseño.Según este autor se distinguen tres tipos de apiñamiento: «primario», «secundario» y «terciario».Frecuentemente, se relaciona a la ortodoncia con «dientes chuecos» (malposiciones dentarias o apiñamiento dental), pero realmente se encarga de la corrección de muchas otras alteraciones que dan como resultado estas malposiciones, las cuales pueden ser adquiridas o deberse a factores hereditarios.El apiñamiento dental es un problema no solo estético, sino también funcional, pues afecta a la mordida del paciente, pudiendo provocar dolores musculares en la mandíbula y deteriorar los dientes por el desgaste desigual, además de las dificultades para mantener una buena higiene.En los casos tratados sin extracciones, aumenta la altura facial inferior y la tendencia a la mordida abierta.Entre las alteraciones más comunes se encuentran: Es un adjetivo que define una posición adelantada de la mandíbula, y puede referirse a la posición del hueso o de los dientes inferiores, en casos severos se requiere un tratamiento quirúrgico y en pacientes con problemas moderados es posible utilizar ciertos aditamentos fijos llamados miniimplantes (Temporary Anchorage Devices TAD) que permiten llevar hacia adelante el maxilar superior.Se produce cuando, al contactar los dientes superiores contra los inferiores, queda un espacio entre ambos, dificultando el sellado de los labios.A diferencia de las alteraciones en las imágenes anteriores, la relación normal entre maxilar superior y mandíbula guarda un patrón conocido como "tijera" (al morder, los dientes superiores cubren ligeramente a los inferiores en ausencia de malposiciones dentales).Sin embargo, hoy en día se sabe que pueden realizarse a cualquier edad, consiguiendo excelentes resultados.La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la maloclusión es el tercer problema de salud oral en prevalencia, ya que una incorrecta alineación dental predispone a secuelas prejudiciales como dificultades para mantener una correcta higiene oral, riesgo de generar caries y enfermedad periodontal, anomalías funcionales, problemas en la articulación temporomandibular y otros problemas psicosociales.Los tratamientos de ortodoncia, generalmente, se llevan a cabo con correctores dentales, que pueden ser metálicos o estéticos.El proceso de funcionamiento, que es similar al de los brackets tradicionales, puede suponer al principio una mayor incomodidad en el paciente, aunque gracias a los avances tecnológicos esto ya no es así, aunque los brackets linguales estén en continuo contacto con la lengua.Sin embargo, y al igual que ocurre con la ortodoncia tradicional, el paciente se acostumbra a esa sensación tras un pequeño periodo de adaptación.Es una alternativa real a las técnicas de aparatología fija con brackets, para conseguir la corrección efectiva y eficaz de todas las maloclusiones dentoalveolares, y una terapéutica ortodóncica válida para la preparación previa a la cirugía ortognática.
Ortodoncia en Lusaka ( Zambia )
Aspecto de los aparatos de ortodoncia estética.
Aparatología fija. Brackets gemelares de adhesión directa en ambas arcadas dentarias. Las ligaduras metálicas en "8" en la zona anterior, y elásticas en la posterior sujetan un arco de acero de sección rectangular. Unos elementos elásticos de látex de Clase II reducen el resalte incisal.