El ácido tartárico ya era conocido desde muy antiguo, principalmente por los productores de vino, aunque fue en tiempos más modernos cuando se estableció un procedimiento de extracción, que fue desarrollado por el químico sueco Carl Wilhelm Scheele en 1769.Observando con un microscopio los cristales, se percató que estos presentaban formas diferentes.Con ayuda de unas pinzas consiguió separarlos en dos grupos, disolviendo ambos grupos por separado, encontrando que una disolución era dextrógira y la otra levógira, pero que al mezclarlas, perdían toda actividad óptica.originalmente denominado ácido d-tartárico, porque su actividad óptica se manifestaba girando el plano de la luz polarizada hacia el lado derecho.También se utiliza a escala industrial, en la preparación de bebidas efervescentes como gaseosas.Se utiliza en diversas recetas, especialmente en repostería y confitería para aumentar el volumen de masas y preparaciones haciéndolo reaccionar con bicarbonato para obtener un sucedáneo de fermentación (levadura química).