Proceso recíproco por el que se comparte la conciencia y conocimiento de una persona a otra.
Sus análisis, no enteramente satisfactorios en este período inicial, son recogidos, corregidos y ampliados hasta casi el final de su vida.
El texto más conocido —y criticado— en el que Husserl propone este concepto es la quinta de las Meditaciones cartesianas, texto no bien comprendido e interpretado porque Husserl empieza con una estrategia para abordarlo desde la fenomenología "estática" y culmina su análisis con una estrategia "genética".
El concepto se usa de tres formas: La intersubjetividad enfatiza que la cognición compartida y el consenso son esenciales en la formación de nuestras ideas y relaciones.
[2] En general, la intersubjetividad como una orientación psicoanalítica proviene de los Estados Unidos e implica un cambio teórico paradigmático, así como la re-contextualización del proceso clínico.
[5] Una definición amplia de intersubjetividad en los recientes diccionarios psicoanalíticos de América del Norte y Europa (Akhtar 2009; Auchincloss y Samberg 2012, Skelton 2006) enfatizan la interacción recíproca dinámica multifacética entre personas, basados en sus propias experiencias subjetivas (conscientes, preconscientes y / o inconscientes), y variedades de aspectos interpenetrantes mutuamente transformadores de tales compromisos, en el desarrollo temprano, así como en el diálogo psicoanalítico.
Relatos contemporáneos del pensamiento intersubjetivo francés (Tessier 2014 a, b)[10] hacen hincapié en el "sujeto inconsciente" y su formación en relación con el "otro real", sujeto y objeto.