Inocencio IV

Con esta situación pretendió controlar la elección papal, a lo que la mayoría de los cardenales se opuso.

Elegido Inocencio IV, Federico II envió emisarios para acordar la paz.

En esta situación, Inocencio exigió de Federico el reconocimiento del daño que había causado a la Iglesia.

En el mismo se restituía a la iglesia en sus posesiones, especialmente los Estados pontificios, y se liberaba a los prelados favorables al Papa que mantenía presos el emperador.

Por un tratado signado en septiembre de 1254, Apulia pasó a ser propiedad papal.

Un capítulo aparte merece la actividad diplomática que impulsó Inocencio IV, interesado en establecer contactos en Asia Central.

El papa Inocencio IV envía dominicanos y franciscanos a los tártaros.