El lugar estaba ocupado, en el principio del siglo XI, por los habitantes de la antigua Arpi, y fue especialmente favorecida por los reyes normandos.
Bajo Guillermo el Bueno, se construyó una magnífica catedral de estilo románico-pullés para dar cabida a la sagrada imagen, sin embargo, un terremoto la destruyó.
Federico II fue apodado Puer Apuliae (Hijo de Apulia) por su amor a la zona.
En 1807, casi simultáneamente con su elevación a la provincia de Foggia también obtuvo el obispado.
La Segunda Guerra Mundial marcó otro capítulo oscuro en la historia de Foggia ya que la destrucción llegó a la zona.
Las acumulaciones más importantes de la lluvia, pero casi nunca de más de 60-70 mm por día, están asociadas con depresiones formadas en la Tirreno media o baja entre octubre y marzo, que recuerdan las corrientes marinas muy húmedas del este-sureste, que generan lluvias moderadas pero persistentes.
Simultáneamente con la acumulación significativa de calor en la atmósfera, la intrusión de aire fresco puede generar tormentas violentas, a veces con granizo o asociado raramente con microrráfagas.
Aunque el viento sopla con frecuencia, al suroeste moderado o fuerte, o al noroeste, hay muchos días de niebla al año (hay en promedio 34 (véase la Estación Meteorológica de Foggia Amendola) y se concentran entre noviembre y abril).
El único río que fluye alrededor de la ciudad es el Celone, torrencial.
Su estadio es el llamado Pino Zaccheria que cuenta con una aforo de 25 000 personas.