Los cuales establecieron contactos con los mapuches, en zonas no habitadas por los españoles, como las islas Mocha y Santa María.
[3] En este período los neerlandeses usaron Chiloé como base de operaciones, para sus ataques a las costas chilenas y peruanas, aprovechando sus buenas relaciones con otros criollos.
Además, de la familia Wennekool la cual inauguró la colonización neerlandesa a Villarrica.
A principios del siglo XX, llegó a Chile un grupo bastante numeroso de neerlandeses provenientes de Sudáfrica, que se habían establecido para trabajar principalmente en la construcción del ferrocarril.
Solo una decena de niños había nacido en Sudáfrica (Pretoria, Johannesburgo, Valkrust, Roode Koog, Muurfontein, Platrand, Watersaltoon).
Otro grupo de neerlandeses llegó poco después a Talcahuano, en el “Oravia” y el “Orissa”.
Son 10 familias con un total de 45 personas que se establecen en la empresa agrícola Rupanco.
La mayoría llega con el barco “Thuringia” y el “EDFU”, al puerto de Corral.
Se les entregaba, entre otros alimentos, un kilo de carne por persona, a cada grupo familiar.