Inmaculada (Museo Arqueológico Provincial de Orense)
Para 1558, ya fallecida Ximénez, Fernán figura casado con Antonia de Novoa Fernando Álvarez, con quien concibió otros dos vástagos: Pedro Álvarez el Mozo (emigrado a América en 1581) y Petronila Novoa Belmonte (casada con Francisco Soutelo, señor de Xocín), ambos menores de 14 años cuando Fernán murió en 1560 sin haber hecho testamento.[1]: 120–124 El matrimonio duró veinte años, tiempo en que, por ende, Inés estuvo vinculada a la Casa de Oca, siendo prácticamente nula su relación con Pedro, quien terminaría abandonando la carrera eclesiástica en 1564, conociéndose que ya estaba casado para 1570.Hay constancia de que la capilla fue levantada en la primera mitad del siglo xiv en estilo gótico, conservando a día de hoy sus dos arcos: uno que la conecta con el crucero y otro, de menor tamaño, que la comunica con la capilla mayor, si bien este último fue parcialmente tapiado a finales del siglo xviii para instalar una sencilla puerta.[2]: 240 Por su parte, la sacristía, lugar al que por motivos desconocidos fue trasladada la imagen pocos años después de ser colocada en la capilla funeraria, esta se encontraba anexa a la capilla absidal del evangelio y fuera de la iglesia.Pese a que no se conserva ninguna descripción de la misma, unas fotografías tomadas en el siglo xix permiten conocer cómo estaba configurada al menos en lo que se refiere al exterior.Su aspecto era posiblemente el resultado de diversas ampliaciones y reformas acometidas a lo largo de los siglos, si bien la estructura principal debió ser erigida a mediados del siglo xvii en estilo barroco.El brazo izquierdo está flexionado y en la mano sujeta un libro abierto, mientras que el brazo derecho, cortado a la altura del codo, sostenía con toda probabilidad un ramito de azucenas como signo tangible de su virginidad.La Virgen, cuya cabeza se halla ladeada y posada sobre un voluminoso cuello, luce una toca anudada a la altura de las clavículas, donde se aprecia una joya circular, elemento típico en la obra de Juni.La parte posterior, aunque escasamente trabajada, evidencia que la talla constituye una imagen de bulto redondo, embellecida por el dorado y unas carnaciones mate que aportan gran naturalidad a la pieza, cuyos volúmenes recuerdan a Miguel Ángel, estando toda ella caracterizada por un movimiento helicoidal.Así mismo, destaca en el catálogo de Juni por ser, junto con la Virgen de la Esperanza, la obra que introdujo el manierismo en Galicia,[3] siendo ambas las únicas esculturas del maestro conservadas en tierras gallegas.
Talla de
María Magdalena
del grupo escultórico
El entierro de Cristo
(1541-1545), por Juan de Juni. Museo Nacional de Escultura.