Los españoles denominaban Indios auxiliares o indios amigos (principalmente en crónicas y textos históricos antiguos) a los indígenas que eran integrados a las tropas conquistadoras españolas, con el fin de prestar apoyo en sus avances y operaciones militares durante la conquista de América.
[1] La importancia política y militar de los aliados indígenas resultaría vital para la conquista española de América, siendo el origen del moderno dicho «la conquista la hicieron los indios y la independencia los españoles».
Pero usualmente todos recibían privilegios fiscales (no teniendo obligación de pagar el Tributo indígena) y evidentemente licencias para portar armas.
A su vez, si un pueblo obtenía el "privilegio de soldado", esto haría que todos los varones mayores de edad estuvieran obligados aprender a manejar armas y unirse al servicio militar.
Así, los indios aliados se lucirían en los combates, pues se harían notar como soldados muy capaces, ya que se lanzaban sin miedo alguno a las batallas (donde aplicaron estrategias de guerra como las temerarias cargas frontales contra las líneas enemigas), lo que los convertiría en una pesadilla que amenazó la continuidad de los imperios y reinos indígenas hegemónicos, hasta terminar sucumbiendo contra esta coalición y avasallándose a la soberanía de la Corona de Castilla.