Inés Echeverría

Por el carácter conservador y católico de la familia Echeverría, Inés fue educada a la antigua usanza: religión, música, bordado, francés e inglés.

Católica activa hasta los 30 años, comenzó su transformación teosófica y espiritualista a inicios del siglo XX, aunque nunca perdió el nexo con las figuras cristianas que para ella eran centrales.

En 1910 publicó cuatro libros que remecen el ambiente por su contenido crítico: Perfiles Vagos, Tierra Virgen, Emociones Teatrales y Hojas Caídas.

Para algunas autores, su trabajo se puede enmarcar dentro del denominado feminismo aristocrático,[4]​ entre las que también se encuentran otras escritoras como Vera Zouroff, Mariana Cox Méndez, Teresa Wilms Montt, María Luisa Fernández de García Huidobro y Ximena Morla Lynch, entre varias otras.

[5]​ La participación en esta candidatura populista por parte de Inés Echeverría y toda la efervescencia social e intelectual del momento es extensamente relatada en sus Memorias, publicadas póstumamente por su nieta en 2005.

Joaquín Larraín Alcalde, su esposo .
Inés Echeverría Bello.