Imamíes

Los duodecimanos creen que los Doce imanes son los sucesores espirituales y políticos legítimos del profeta islámico Mahoma.De acuerdo con la teología duodecimana, los Doce imanes son personas ejemplares que no solo gobiernan sobre la comunidad musulmana (umma) con justicia, sino que también pueden preservar e interpretar la ley islámica (sharīʿa) y el significado esotérico del corán.[8]​[9]​[10]​[11]​[12]​ También se consideran duodecimanos los alevíes de Turquía, pese a mantener importantes diferencias doctrinales con el chiismo imamí predominante.Suceso fundamental en el desarrollo histórico del chiismo es la muerte en 680 del tercer imam, Husáin, hijo de Alí, en la batalla de Kerbala, cuando lideraba una sublevación contra el Califato omeya.A cambio del sufrimiento aceptado voluntariamente por Husáin y los demás mártires de Kerbala, los chiitas creen que Alá les ha otorgado shafaa (el poder de la intercesión), y se cree que tal intercesión se brinda especialmente a quienes ganen savab (mérito religioso) llorando a Husáin durante el mes de Muharram.[15]​ Conflictos sobre el liderazgo de la umma y sobre la sucesión entre pretendientes chiitas rivales al imanato dieron origen a doctrinas y conceptos teológicos diferentes que concluyeron en la formación de diferentes ramas distintivas dentro del chiismo.Al igual que su padre, al-Baqir evitó confrontaciones con el califato omeya reinante.Mientras que escépticos afirmaron que Hasan había muerto sin dejar hijo alguno como su sucesor, los duodecimanos creen que Hasan tuvo de hecho un hijo, llamado Abu al-Qasim Muhammad,cuya existencia era desconocida para sus contemporáneos debido a la ghayba («ocultación»): Para protegerlo de sus perseguidores abasíes, Alá ocultó al joven del mundo en general.El periodo entre 874 y 941 es llamado «ocultación menor», y se cree que durante este el «Imán oculto» brindó guía a su comunidad a través de cuatro colaboradores cercanos de su padre, conocidos como los «Cuatro Diputados», que se reunían con él y transmitían sus directrices al mundo.[15]​ Los safávidas entraron en conflicto frecuentemente con el vecino Imperio otomano, cuyos sultanes sunitas se apropiaron del título de califa.Por ejemplo, el célebre Muhammad Baqir Maylisi (1627-1698) desarrolló la teoría del martirio de Husáin en Kerbala, prometiendo su intercesión en el paraíso a aquellos que honraran a Husáin a través de actos rituales conmemorativos, y promovió la veneración popular de Husáin y los demás imanes, recopilando en su famoso Bihar al-Anwar tradiciones que describían a los doce imanes como masum (libres de pecado, infalibles, y protegidos del error).En la devoción chiita actual, los imanes, junto con el profeta Mahoma y su hija Fátima son conocidos colectivamente como los «catorce infalibles».[17]​ El duodécimo y último imán, Muhammad al-Mahdi, sigue vivo según la doctrina chií y oculto desde el año 874 d. C. En ese año entró en «ocultación Menor» (Ghaybat al-Sughrà), estado en que mantenía contacto con sus fieles a través de intermediarios, hasta que en 941 entró en «ocultación Mayor» (Ghaybat al-Kughrà), situación que define la visión histórica del creyente chií y que perdurará hasta la aparición o parusía (zuhur) del «Imán Oculto» al final de los tiempos.
Representación caligráfica de los Doce Imames junto con el nombre del profeta Mahoma.
Un mulá frente a una imanzada en Tabriz , ciudad del noroeste de Irán .
Mausoleo del imán Hosein en Kerbala ( Irak ), en el lugar de la batalla de Kerbala .