El segundo término del nombre, Vacas, tiene un origen árabe ya que procede de la palabra wakka.
Otra posibilidad pudiera ser la de una posible repoblación realizada por cristianos mozárabes durante las primeras repoblaciones que se llevan a cabo en toda la franja norte del Tajo durante el siglo XII.
Aparece en un documento de 1512 indicándose que se alistaron en este lugar tres soldados.
En el siglo XVII se repuebla este caserío con treinta y siete familias.
Durante décadas no solo sirvió para que los lugareños pudieran desplazarse a otros puntos sino que además valió para la exportación de cereal, vino y otras manufacturas propias de la zona.