La última ópera de Rossini en idioma italiano (todas sus obras posteriores fueron en francés) se estrenó con el título Le voyage à Reims, ou l'Hôtel du Lys-d'Or.
[3] Desde 1936 se interpretó como tal una pieza supuestamente encontrada, que en realidad es un derivado del ballet perteneciente a la ópera Le Siège de Corinthe (1826),.
El elenco incluyó a Francisco Araiza, Lella Cuberli, Enzo Dara, Cecilia Gasdia, Eduardo Giménez, William Matteuzzi, Leo Nucci, Ruggero Raimondi, Samuel Ramey, Katia Ricciarelli y Lucia Valentini Terrani.
En 1992, la Royal Opera de Londres dio varias representaciones: Carlo Rizzi dirigiendo, y el elenco incluyó a Montserrat Caballé, Renée Fleming, Sylvia McNair, John Aler y Andrew Shore.
En noviembre de 2005 hubo otra producción en Montecarlo, con un reparto que incluía a June Anderson, Raùl Giménez, Rockwell Blake y Ruggero Raimondi.
Comprueba con Antonio que se han seguido sus instrucciones sobre las comidas necesarias para los visitantes.
Todo el mundo está de acuerdo, y se queda a solas.
Maddalena, Antonio, Don Prudenzio y los sirvientes llegan, junto con el barón Trombonok.
Don Prudenzio y el barón discuten sobre cómo resucitar a la condesa, pero ella se recobra lo suficiente para lamentar la pérdida de sus ropas.
desio") Sin embargo, cuando aparece Modestina con una gran caja que contiene un bello sombrero de París, ella se alegra de que este al menos se haya salvado del accidente.
("Non pavento alcun periglio") Se oye un preludio de arpa, y la poetisa Corinna canta fuera del escenario sobre el amor fraternal, para placer de todo el mundo.
El Caballero retrocede, esperando intentarlo de nuevo después, y Corinna vuelve a su habitación.
Escena 3: Aria de Don Profondo Don Profondo, quien ha visto al Caballero con Corinna, refleja que la condesa sacará los ojos del Caballero si ella descubre lo que está haciendo.
El resto de los viajeros llegan, y el barón presenta al correo Zefirino, quien está obligado a relatar que no se pueden conseguir caballos en ningún sitio, ni siquiera con dinero contante y sonante.
Escena 4: Gran conjunto concertado para 14 voces Todo el mundo está horrorizado.
A tal colpo inaspettato") Pero aparece Madame Cortese con una carta de París.
Don Profondo la lee en alto: el rey regresará de Reims en unos pocos días y habrá grandes festividades.
Cualquiera que sea incapaz de llegar a Reims será consolado por un espectáculo aún más bello.
Antonio y Maddalena aseguran que todo está preparado para el banquete.
El barón ha comprometido una compañía de viaje para proporcionar entretenimiento con canto y baile.