Desde el 2006 se convirtió en una figura mediática con repercusiones políticas debido entre otros motivos, a su falta de arrepentimiento,[2] generándose un amplio debate sobre el sistema penal y penitenciario español.
En 2015, fue encontrado en la localidad venezolana de Chichiriviche, en donde actualmente reside y regenta una licorería llamada Jock's.
La casona donde nacieron y vivieron los dos hijos del matrimonio, Altamira (actualmente divorciada de Jesús María Herrera, hijo del comandante del Ejército José María Herrera, asesinado por ETA en 1977) y José Ignacio, estaba junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en el pueblo.
Cuando aún era un niño se trasladó a San Sebastián con su familia, donde residió hasta 1983.
Desde 1985 hasta su detención en Madrid en 1987, participó en distintos atentados terroristas que causaron la muerte a 25 personas.
La mayor parte de las víctimas del comando lo fueron en atentados con coche bomba, los cuales estaban habitualmente cargados con abundante metralla «para hacer más daño».
[6] Según el testimonio de Juan Manuel Soares Gamboa, miembro arrepentido de ETA que acabó entregándose y colaborando con la justicia, era De Juana quien, dentro del citado «comando Madrid», seleccionaba las víctimas y decidía quién tenía que disparar contra ellas.
Los atentados en los que participó y las personas asesinadas por De Juana y sus compañeros del "comando Madrid" fueron los siguientes, todos en la capital de España:[7] También trató de asesinar en 1986 al fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba y al presidente del Tribunal Supremo Antonio Hernández Gil.
El 30 de enero de 1998, tras el atentado en Sevilla donde un comando de ETA asesinó al concejal Alberto Jiménez-Becerril Barrio y a su esposa Ascensión García, mostró su alegría escribiendo en una carta «sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia».
A finales del verano, el dirigente etarra Juan Lorenzo Lasa Mitxelena (Txikierdi) le hizo llegar por diferentes conductos un mensaje de descontento por parte de la dirección.
El 16 de noviembre la Audiencia autoriza controles médicos del preso para velar por su salud y su integridad física.
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) solicitaba la continuación de la medida, el ministerio fiscal la prisión atenuada con permanencia en domicilio y la defensa la libertad provisional por razones humanitarias y debido a la imposibilidad de fuga.
Se decidió por 12 votos a favor y 4 en contra que, debido al grave estado en que se encontraba por su huelga de hambre, el procesado continuara en prisión porque su situación había sido provocada libre y voluntariamente por él mismo.
Posteriormente se supo que la entrevista se había realizado por carta y, según el Ministerio del Interior, que las fotos las hicieron sus abogados[24] y que, para la foto, se rapó el pelo y se amarró a la cama (puesto que sólo era amarrado cuando se le alimentaba)[25] El 12 de febrero de 2007 el Tribunal Supremo rebajó su condena de 12 a 3 años a petición de la Fiscalía, si bien De Juana declaró que no abandonaría su huelga de hambre hasta no ser puesto en libertad.
El portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, manifestó que el etarra rechaza esta medida ya que le haría sentir como "un perro".
[30] Al conocerse estos hechos la Fiscalía inició una investigación sobre posibles irregularidades en la adquisición del piso con el fin de eludir las indemnizaciones a pagar sin que hasta la fecha se tenga noticia de su resultado.
[34] Por otra parte, ciertos aspectos del proceso seguido contra De Juana fueron criticados por diversos penalistas, argumentándose que había supuesto una peligrosa excepcionalidad habiéndose dictado resoluciones con cambios bruscos de criterio judicial por impulso de la opinión pública que afectaron a los beneficios penitenciarios que debía disfrutar el penado y a su posterior puesta en libertad.
En el homenaje se recordó a los presos de ETA y se criticó la política penitenciaria del Gobierno, finalizando profiriendo algunos asistentes gritos de enaltecimiento a ETA.