Allí desarrolló sus habilidades corporales para montar caballo y soportar largas jornadas.
Más tarde, al iniciar la intervención francesa, en distintos espacios propuso la formación de un contingente femenino armado.
Acudió con el presidente Benito Juárez, y éste la recomendó con Ignacio Zaragoza, quien la admitió en su cuerpo militar.
Si bien dejó Jalisco antes de la ocupación francesa en 1864, nuevamente estuvo presa y fue enviada a la Martinica.
[10][11] Este menosprecio se observa también en la variedad de formas con que podemos encontrar escrito su apellido (Riesch, Riechi, Riesh, Riech, Rieschi, Riesche, Riechy y Ruiz) así como en insistir en el uso del apodo La Barragana.