Tiene su origen en el siglo XIII y su estilo es fundamentalmente románico, aunque cuenta con adiciones góticas posteriores.
El lado correspondiente al dicho ábside de la epístola lo ocupa la torre, que es cuadrada.
La capilla mayor se halla desfigurada respecto a su forma original, pero se aprecia que el arco triunfal apuntado determina una bóveda también apuntada, de cañón, ligeramente abocinada, que une con la del ábside, y sus muros están decorados con arquerías.
La nave, hoy única y ancha, es una reconstrucción del siglo XVIII, con pilares, arcos de medio punto y bóvedas de lunetos; esta reconstrucción se debió a que 1774 se había derrumbado la cubierta anterior.
En torno al año 1968, tuvo lugar la última gran restauración del edificio, con modificación importante de algunos elementos arquitectónicos.