[2] La intervención no arrancaría hasta 1798 debido a las trabas puestas por el Ayuntamiento de Villarrasa, que prefería la construcción de un nuevo templo en una ubicación más céntrica.
A su lado se ubicarían dos capillas para la pila bautismal y los santos óleos.
[3] Sin embargo, el procurador mayor del arzobispado no autorizó la ampliación por los pies del edificio, por lo que únicamente se cegó la portada de este extremo para situar ante ella el coro.
Al interior presenta tres naves, la central más alta y ancha que las laterales.
La nave principal se cubre mediante artesa con tirantas mientras que las laterales tienen techumbre a una sola pendiente.
El crucero, delimitado por cuatro arcos peraltados, se cubre con cúpula de media naranja.
En un sencillo altar recibe culto la Virgen de los Dolores,[11] obra anónima sevillana del siglo XIX.
El retablo[12] de madera dorada y jaspeada fue tallado por Joaquín Moreno Daza en 1956.
La bóveda y los muros laterales se decoran con pinturas de Juan Montes.
En el salón parroquial, un dosel rococó del siglo XVIII alberga un Cristo crucificado.