Fue reconstruida por Enrique de Borgoña en 1100, y está clasificada como monumento nacional.
Reconstruida durante el periodo condal, en el siglo XI, quedan de este periodo pocos vestigios, destacando las bases de las columnas junto a la entrada principal y algunos capiteles.
San Pedro de Rates fue un obispo ordenado por Santiago el Mayor y decapitado cuando celebraba una misa.
Un eremita llamado Félix dio sepultura al cuerpo mutilado y descompuesto del obispo.
El acceso al templo se hace por el imponente portal axial de cinco arquivoltas y arcos de vuelta perfecta, insertado en la fachada ligeramente asimétrica y contrafortada, en el que destaca la decoración escultórica de los capiteles, y sobre todo del tímpano.